Aún no se que hacer con los demonios que apenas despiertan, son únicos en su clases, algo nuevo para mi gusto muy apático y acostumbrada a los viejos demonios de infancia.
Su ritual se a vuelto típico por las mañanas y en las noches. Se sientan unos instantes en silencio, observan cada paso que doy, mascullan algunas palabras entre ellos, luego me ven fijamente para iniciar con un desprolijo léxico a intimidarme. Por momentos los silencio, otros los ignoro tanto y con tantas ganas que simplemente se van, otros como hoy, solo me observan y se alistan para atacar cuando lo crean prudente.
Su ritual se a vuelto típico por las mañanas y en las noches. Se sientan unos instantes en silencio, observan cada paso que doy, mascullan algunas palabras entre ellos, luego me ven fijamente para iniciar con un desprolijo léxico a intimidarme. Por momentos los silencio, otros los ignoro tanto y con tantas ganas que simplemente se van, otros como hoy, solo me observan y se alistan para atacar cuando lo crean prudente.
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