Ayer dormía con la soledad y me acompañaba el silencio, hoy me acompaña una rosa al compás de la música que la noche ínsita a tocar, dormiré entre pétalos, mientras estos me lo permitan, antes que se marchiten, pierdan su olor y su gentileza , hoy dormiré contigo antes de que la soledad vuelva a mí, y tu ser se disipe de mi alma. Hoy dormiré a tu lado deseando no despertar de mi quimera, ansiando no dejar de sentirte cerca. Mañana cuando despierte te amare en silencio, tal cual hoy intento más resuenas en mí ser…
Y le abrase fuertemente, contemple el cielo mientras el tiempo se quedo estático, espere ver renacer los lirios y a las rosas florecer… impaciente miraba los resto de mi ser que yacían tirados en el camino, aquel que nunca me atreví a transitar. Sigilosa fue tu sombra quien me acompañaba sin decir palabras o exhalar suspiros, cuidando que no callera en el abismó que el espejismo provocaba….
En mi cielo… las estrellas juegan pretendiendo ocultarse a cada instante tras la tormenta que se rehúsa a brotar, espere paciente el momento exacto donde podre secar las lágrimas de la luna, con el pañuelo que le robe al viento, mientras este pretendía tumbarme…
Confinada a una habitación con cuatro paredes, un techo, una puerta y una ventana que permanecen todo el tiempo atadas, le permití a mi obtusa mente viajar unos segundos, tocar al viento que libre corre a través de sus torpes alas, esperando deje de tropezase constantemente con el vacio...
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